Blog del tenor ENRIQUE PAZ ESCUDERO

30 de marzo de 2011

O surdato 'nnamurato (2011)



Alegre canción napolitana del compositor Aniello Califano, que nos cuenta los pensamientos de un soldado, protegido en su trinchera, recordando los encantos de su amada.

Canción un poco pícara, pero con un sabor típico de aquella zona de Italia que mundialmente se hizo famosa —entre otras cosas— por los magníficos compositores allí nacidos, y que hicieron de la canción napolitana pieza obligada en cualquier concierto lírico.

  • Enrique Paz Escudero: O surdato 'nnamurato, Califano. 2011.
  • 27 de marzo de 2011

    Invan nascondo (1991)



    En el tercer acto de La bohème, de Puccini, Mimì va ha buscar a Marcello al Bulevar d'Enfer, donde el pintor esta realizando un fresco en la fachada del café. Mimì llega desconsolada, pues no comprende los motivos del alejamiento de Rodolfo hacia ella. Al poco rato, aparece Rodolfo, confiesa a Marcello —mientras Mimí escucha escondida— que ama a Mimí, pero que la terrible enfermedad de la joven le tiene muy preocupado. Mimì aparece ante Rodolfo y, con el fondo de una divertida discusión entre Marcello y Musetta, ambos amantes se reencuentran.

    Otra vez Puccini, diréis. No puedo evitar, en cuanto tengo ocasión, de disfrutar de la riqueza melódica del músico de Lucca, que me llega muy adentro. Y el drama de La bohème, concretamente, me parece una historia de amor maravillosa.

  • Enrique Paz Escudero: Invan nascondo, La bohème, Puccni. 1991.
  • 25 de marzo de 2011

    Ora e per sempre, addio (1968)



    En esta grabación se puede, más que observar, escuchar la osadía de un joven tenor de 19 años interpretando nada menos que el Otello de Giuseppe Verdi.

    Era tal mi admiración por esta gran obra verdiana que de tanto escucharla llegué a recordar todas las frases, gemidos, insinuaciones, que Mario del Monaco, gran especialista en el moro de Venezia, dejó inmortalizada en esta legendaria grabación con Herbert Von Karajan, teniendo a su lado a la gran Renata Tebaldi y al fabuloso barítono Aldo Protti, con el acompañamiento majestuoso de la Orquesta Filarmónicca de Viena.

    Mi voz está superpuesta a la de Del Monaco, y es una grabación que conservo con cariño, pues eran mis primeros escarceos en el mundo de la ópera. Técnicamente, mi voz estaba por hacerse, pero ya mi entusiasmo era muy grande. Cosas de la juventud.

    Espero que os guste.

  • Enrique Paz Escudero: Ora e per sempre, addio (Otello), Verdi. 1968.
  • 24 de marzo de 2011

    Ch'ella mi creda (2010)



    La fanciulla del West (1910) es una de las óperas menos conocidas de Giacomo Puccini, y en parte se debe a que suele parecer absurdo un argumento que se desarrolla en el lejano oeste americano, en la época de los buscadores de oro, en California. Sin embargo, hoy en día, hay montajes que trasladan la época en la que el autor ubicó su obra (I puritani,  por ejemplo, ambientada hacia1650 y trasladada a la Primera Guerra Mundial), y esto muchos amantes de la ópera lo dan por bueno.

    La fanciulla del West es una ópera grandiosa que precisa una magnífica soprano lírica, un poderoso tenor-spinto, un buen barítono y un plantel de buenas figuras secundarias para dar vida, perfectamente concertados, a los pobres mineros que buscan el apoyo maternal de Minnie, la protagonista.

    El tenor tiene dos arias fantásticas. La primera, "Or son sei mesi", de auténtica bravura; y la segunda, al final de la ópera, "Ch'ella mi creda", más lírica que la anterior. La orquestación de Puccini ya se muestra precursora de lo que será su obra póstuma, Turandot,  terminada por Franco Alfano.

    Quien no haya prestado demasiada atención a La fanciulla del West, que trate de encontrar un hueco en su tiempo de esparcimiento para escucharla, sobre todo siguiendo el libreto, y poder saborearla a conciencia.

  • Enrique Paz Escudero: Ch'ella mi creda, La fanciulla del West. 2010.
  • No te alejes, vida mía (1991)



    El maestro José Serrano —para mí, el Puccini de la zarzuela— nos dejó bellísimas obras que forman parte de lo más representativo del género lírico español: La Dolorosa, La canción del olvido, Los de Aragón...

    Esta obra, Las hilanderas, fue dada a conocer por el sello Columbia e interpretada por  grandes cantantes españoles: la soprano María Uriz, el barítono Juan Pons y el tenor Eduard Giménez.

    Encontramos en ella la maravillosa inspiración melódica del maestro Serrano, algo común en el conjunto de sus obras.

  • Enrique Paz Escudero: No te alejes, vida mía (Las hilanderas), José Serrano. 1991.
  • 23 de marzo de 2011

    El suspiro del moro (1974)



    "El suspiro del moro", del compositor Ruperto Chapí, narra el lamento de Boabdil, el último rey de Granada, cuando esta ciudad es reconquistada por los Reyes Católicos.

    En su lamento, evoca Boabdil las bellezas de Granada, que los siglos han guardado celosamente hasta el día de hoy, ya que es una de las joyas de la humanidad.

  • Enrique Paz Escudero: El suspiro del moro, Ruperto Chapí. 1974.
  • 22 de marzo de 2011

    Beethoven componiendo


    Una actividad que de vez en cuando practico es el dibujo humorístico, aunque he de confesar que muy de tarde en tarde me pongo a ello.

    Aquí os dejo escuchando al gran maestro Beethoven componiendo una de sus obras maestras. Que la disfrutéis.


    Ludwig van Beethoven - La Tempestad. The Tempest. Der Sturm. Sonata No. 17

    19 de marzo de 2011

    D'un pensiero (1976)



    Vincenzo Bellini era un magnífico compositor que desgraciadamente dejó muy pocas obras, debido a su prematuro fallecimiento a la edad de  34 años. Entre ellas, destacan sobre todas las demás tres títulos fundamentales en la historia de la ópera: Norma, I puritani y La sonnambula.

    De esta última, a la cual pertenece el fragmento que canto, si dejamos de lado el argumento —un tanto pueril— y nos quedamos con la música, encontramos momentos maravillosos de inspiración melódica. Es cierto que esta ópera no tiene una gran aria para el tenor, pero posee un hermoso y extenso dúo —así como el concertante, al cual pertenece el fragmento presente— y dos semi-arias: "Ah, perché non posso odiarti" y "Son geloso del zefiro errante".

    Todo la ópera es bellísima, con un acompañamiento orquestal discreto, pero que adorna muy bien las melodías bellinianas.

    Esta es mi lejana versión de 1976, y acompañando a Maria Callas. ¡Todo un lujo!

  • Enrique Paz Escudero: D'un pensiero e d'un accento (La sonnambula), Bellini. 1976.
  • 18 de marzo de 2011

    Nicola Ghiuselev, mi gemelo... 1974


    En 1974, estando yo en Londres, cantaba Kraus en el Royal Festival Hall la ópera I puritani en versión concierto. Sus compañeros de reparto, como creo ya haber comentado, eran la soprano griega Vasso Papantoniou, el barítono Ryan Edwards y el bajo Nicola Ghiuselev.


    Finalizado el concierto, un amigo de Kraus le invitó a asistir unos días después a un ceremonia religiosa en una sinagoga judía en la que dicho hombre era cantor. Kraus me preguntó si me apetecía acompañarle; y yo, cómo no, ¡encantado!

    El día señalado fuimos Alfredo y yo y, al llegar a la sinagoga, lo primero que nos dijeron fue que debíamos descalzarnos; nos pusieron el gorro típico judío y, sobre los hombros, un manto. A ambos nos entregaron un pequeño libro (escrito en hebreo), que yo abrí, y vi que aquello era indescifrable. Un viejito que estaba a nuestro lado me indicó, con una sonrisa, que lo estaba leyendo al revés. Alfredo se reía.

    Cuando empezó la ceremonia, el cantor amigo de Kraus no hacía más que mirar hacia nosotros;  primero a uno y después al otro, y nos sonreía continuamente. Yo estaba intrigado: ¿por qué me sonreirá a mí? Al terminar la ceremonia, el cantor se acercó a nosotros. Todo se aclaró: me había confundido con Ghiuselev, a quien también había invitado. Desde el altar había una pequeña distancia, y por eso el buen hombre se equivocó de persona.

    Más tarde fuimos invitados a comer a su casa, con su familia (todos judíos) y comimos pollo y alguna cosa más. Mientras comíamos, hablábamos sobre la técnica extraordinaria de los cantores de sinagoga, pero de repente uno de ellos empezó a cantar y todos paramos de comer hasta que el cantor terminó. Y esto se repetía cada diez minutos. No recuerdo lo que tardamos en comer, pero con semejante panorama, se había hecho bastante tarde.

    Al volver para casa, Alfredo me comentaba que ya había asistido en New York a una ceremonia judía.  Quien le había invitado entonces era nada menos que Richard Tucker, por quien Kraus sentía una gran admiración.

    15 de marzo de 2011

    En el fondo de la mina (1991)



    Canción "a capella" del excelente músico Salvador Ruiz de Luna, perteneciente al "Cancionero Hispánico",  y que el compositor realizó para su amigo Alfredo Kraus.

    Además de canciones, Ruiz de Luna es autor de magníficas bandas sonoras para el cine español y llevó a cabo una gran recopilación de canciones representativas de diferentes ciudades y países del mundo. Fue un gran músico que supo captar perfectamente las vivencias de las personas, así como reflejar en sus canciones las diferentes culturas musicales de los países hermanos de América y España.

    En su memoria, canto esta canción. Narra la desgracia de un minero, que alrededor de una mesa con sus amigos, bebiendo el vino de su tierra, les cuenta cómo la mina destrozó su vida.

    Canción compleja por su tesitura, pues como decía anteriormente, Ruiz de Luna la compuso pensando en la voz de Alfredo Kraus. Esta es mi versión...

  • Enrique Paz Escudero: En el fondo de la mina (Ruiz de Luna). 1991.
  • Nino Piccaluga, un tenor más...


    En el año 1973, estando en Milán, me acerqué a conocer la "Casa di Riposo" (Casa di Riposo per Musicisti Giuseppe Verdi), mandada construir por Giuseppe Verdi para alojar a músicos que no reuniesen las condiciones necesarias para poder pasar dignamente sus últimos años.

    En aquel edificio, hay un pequeño mausoleo donde reposan los restos mortales de Giuseppe Verdi y Giuseppina Strepponi, su segunda mujer. Después de visitar ambas sepulturas y rezar una oración, pregunté a una persona encargada de las personas alojadas en Casa di Riposo si en aquel momento había algún cantante que se encontrase viviendo en dicha institución.

    Me respondió que el único cantante que residía allí era un viejo tenor llamado Nino Piccaluga, que había cantado mucho en la Scala, con Toscanini, pero que se encontraba bastante enfermo. Le rogué si podía hacerle una breve visita, y me autorizaron a pasar un momento. En una pequeña habitación me encontré a un anciano, con una sonda en el brazo y varios aparatos médicos a los que pemanecía conectado. Me presenté a él y le dije que era un estudiante de canto español. Y entonces se le iluminó la cara y me dijo en italiano: "Ah, Spagna!! Io ricordo ancora al mio caro amico Michellino Fleta, meraviglioso cantante, ed anche Hipólito Lázaro, bravissimo!!".

    Quedé con él en volverlo a visitar al cabo de unos días pero, cuando fui de nuevo, me comunicaron que había fallecido. Era Nino Piccaluga un extraordinario tenor de amplias facultades y, junto a Pertile, especialista en la Manon Lescaut; ambos muy del agrado de Puccini.

    Digo, que Piccaluga en aquella época era un tenor de segundo orden, ya que la Scala era frecuentada por el anteriormente citado Pertile; por Lauri-Volpi, Merli, Zenatello... y una larga lista de nombres ilustres, con lo cual, los que cantaban las segundas funciones, en teoría, eran cantantes de segundo orden.


    Nino Piccaluga - O paradiso








    Hoy, Nino Piccaluga sería un primerísimo tenor a nivel mundial. Acompaño esta reseña de la extraordinaria voz de Nino Piccaluga, y vosotros juzgaréis.

    13 de marzo de 2011

    Elvira de Hidalgo, la maestra...


    Elvira de Hidalgo fue una extraordinaria soprano ligera que efectuó una gran carrera cantando al lado de los grandes de su época, como Titta Ruffo, Lauri-Volpi, Feodor Chaliapin, Tito Schipa y muchos otros más. Pero más que por sus méritos vocales, que fueron muchos, ha pasado a la historia por haber sido la maestra de la grandísima Maria Callas.

    Cuando yo pensé seriamente en la posibilidad de dedicarme al canto, quería que alguien de prestigio me escuchase y me diese su opinión acerca de si con mi voz tenía posibilidades de dedicarme profesionalmente a este mundo de la lírica.

    Tenía yo por entonces (1971) una amiga soprano que estudiaba con Elvira de Hidalgo en Milán, y ella fue quien le habló sobre mi intención de realizar una audición para su maestra. La Hidalgo, muy amablemente, se ofreció a escucharme en su casa. Allí me fui con mi ilusión de conocer a aquella ilustrísima señora. Me invitó a comer en su casa y, después de la comida, canté para ella el aria de "Tombe degli avi", de Lucia di Lammermoor.

    Yo estaba muy emocionado, viéndome en la misma habitación en la que Maria Callas había estudiado con la Sra. Hidalgo. Tenía la sensación de encontrarme en un salón histórico... Me felicitó por mi voz y mi interpretación, y se mostró interesada en darme clases. Más adelante, el destino hizo que me encontrara con mi maestro, Alfredo Kraus, que fue quien me empezó a encaminar en el mundo de la técnica vocal.

    Con el tiempo, tuve ocasión de volver a ver a De Hidalgo en un viaje que realizó a La Coruña, y entonces yo la invité a comer en casa de mis padres, devolviéndole la gentileza que ella había tenido conmigo en Milán.

    12 de marzo de 2011

    Vesti la giubba (2011)



    Absolutamente drámatica en su contenido, tanto musical como literario, esta aria es una piedra de toque para los tenores.

    I Pagliacci, la pequeña obra de Leoncavallo que sin embargo lo catapultó a la fama, es una clara muestra de lo que es la ópera verista. Los problemas verdaderos que sucedían en los tiempos en que Leoncavallo compuso su ópera; vivencias de las gentes de los pueblos, para los que era una auténtica novedad la llegada de un grupo de titiriteros que los abstraían de la rutina del trabajo diario; la célebre historia de Colombina y Polichinella.

    En esta aria, Canio el payaso, sabedor de la traición de su mujer, se enfrenta al momento de salir a escena y comenzar la función programada para la gente del lugar. Colombina (Nedda) lo ha traicionado, pero como profesional que es, debe salir ante el público, y riendo, hacer reír a los espectadores, pero con el alma sobrecogida por el dolor.

    Como digo, aria de gran intensidad dramática, que inmortalizaron grandes tenores como Caruso, Gigli, Corelli o Del Monaco.

  • Enrique Paz Escudero: Recitar... Vesti la giubba, I Pagliacci, Leoncavallo. 2011.
  • 11 de marzo de 2011

    Amapola (2011)



    Una canción "a capella", pero como es muy bonita, espero que sabréis disculparme. Ya la cantaban tenores tan extraordinarios como Fleta, Schipa, Kraus... (que aparecen en el vídeo)..., y ahora yo.
    Perdonad la inmodestia, pero cada cual tiene su "ego"...

  • Enrique Paz Escudero: Amapola (José María Lacalle). 2011.
  • 10 de marzo de 2011

    Occhi di fata (1985)



    A finales del siglo XIX, en Italia, además de los grandes compositores operísticos  (Verdi, Puccini, Mascagni, Giordano, Leoncavallo...), había otros músicos que volcaban su creatividad hacia otro tipo de obra, y hablamos de la canción napolitana.

    Generalmente estos grandes artistas solían ser profesores de los conservatorios, e incluso maestros de canto. Algunos fueron reconocidos en su momento, y sus canciones enseguida fueron interpretadas por los más grandes cantantes de la época, llegando hasta hoy su popularidad.

    Tal ha sido el caso de Tosti, Di Capua, De Curtis, Cardillo, Gastaldon y Denza, el cual es autor de esta preciosa canción que es "Occhi di fata".

    Estas canciones son imprescindibles en cualquier concierto lírico por  su belleza y, en algunos casos, por la dificultad técnica que conllevan.

  • Enrique Paz Escudero: Occhi di fata (Denza). RNE, 1985.
  • Boris Christoff, nada menos... 1974


     Cuando en el año 1974 me encontraba en Londres, donde cantaba Kraus, yo trataba de enterarme de todos los conciertos que en aquellos días sucedían en aquella ciudad. Me encontré con la sorpresa de que el 11 de febrero cantaría en el Royal Festival Hall el gran Boris Christoff, el fabuloso bajo búlgaro al cual yo tanto admiraba y del que tenía algunas grabaciones en discos de vinilo.

    Fui hasta la sala de concierto y tuve la fortuna de conseguir una entrada, muy bien de precio, y me preparé en su día a asistir al fantástico evento. Casi me temblaban las piernas, esperando la salida al escenario del extraordinario cantante. Y de repente, apareció, saludó al público y, mirando hacia los que allí estábamos, parecía como si nos dijese: "Preparaos, porque vais a escuchar a Boris Christoff".

    Ni que decir tiene que el concierto fue un auténtico éxito. El recuerdo de aquel día lo tengo muy presente, sobre todo cada vez que me doy el placer de escuchar a tan gran artista.
     

    8 de marzo de 2011

    Dúo Lucia di Lammermoor (II), 1978



    El personaje de Edgardo, vocalmente, se adaptaba muy bien a mi voz de tenor lírico-ligero, y realmente me encontraba muy cómodo cantándolo, pues me daba la oportunidad de desenvolverme en ese difícil pero bonito terreno del belcanto.

    El dúo tiene su parte romántica y, en algún momento, algo de heroica ("Sulla tomba che rinserra il tradito genitore, al tuo sangue eterna guerra Io giurai nel mio furore"), pasando inmediatamente al belcantismo más puro ("Ma ti vidi e in cor mi nacque altro affetto, e l'ira tacque").

    Yo en aquellos tiempos todavía estaba un poco "verde" y quizá no le di en aquel momento toda la expresión que esas frases requieren, pero con el tiempo encontré  matices que me permitieron enriquecer notablemente la interpretación de este bellísimo dúo.

  • Enrique Paz Escudero: dúo de Lucia di Lammermoor (segunda parte), Donizetti. 1978.
  • Dúo Lucia di Lammermoor (I), 1978



    Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, con libretto de Salvatore Cammarano y basada en la obra del escritor inglés Sir Walter Scott, fue estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles el 26 de septiembre de 1835.

    Este fragmento que cantamos (desgraciadamente, no recuerdo el nombre de la soprano), lo grabamos en el año 1978 en Barcelona. Probablemente sea uno de los dúos más populares dentro de la producción operística de Donizetti. El encuentro de Lucia y Edgardo, declarandose su amor, da principio a una tragedia (muy común en aquellas épocas) que termina con la locura de Lucia y la muerte de ambos protagonistas.

    Por la extensión del dúo, he debido dividirlo en dos partes. Disculpad este inconveniente.

  • Enrique Paz Escudero: dúo de Lucia di Lammermoor (primera parte), Donizetti. 1978.
  • Clase de canto (I), junio 1973



    Comentaba en un vídeo anterior sobre la colocación de la vocal "i", y decía que ha de estar exactamente en el mismo lugar en el que veíamos se situaba la "e".

    En esta vocalización, Kraus insiste en la altura, el timbre; e insiste en no hacer la voz demasiado grande, para darle más ligereza y facilidad. Escucharéis que las tres vocales —"i", "e" y "a"— están en el mismo plano. No hay ninguna que varíe que suponga cambiar el color de la voz.

    Intentadlo...

    7 de marzo de 2011

    Tu che a Dio spiegasti l'ali (1991)



    Sobre Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, se podría decir que es una ópera de soprano. Nada más lejos de la realidad. El tenor (Edgardo) canta en el primer acto el hermoso dúo con Lucia de casi diez minutos. También en el primer acto, segunda escena, se encuentra el casamiento de Lucia y el célebre sexteto, en donde el tenor tiene una parte vocal heroica muy comprometida.

    En el inicio del segundo acto sucede la "escena de la torre", que es un dúo tenor-barítono (que suele suprimirse) de una duración aproximada de otros diez minutos. Y por último, toda la escena tercera del segundo acto es íntegra del tenor, donde canta "Tombe degli avi miei" y la muy difícil aria "Tu che a Dio, spiegasti l'ali".

    Esta segunda aria normalmente se cantaba medio tono bajo, por la complicada tesitura a la que está sometido el tenor, y hoy generalmente sigue haciéndose así. Alfredo Kraus siempre la cantó a tono, incluso en las últimas representaciones de su carrera.

    Yo, en esta grabación, canto la segunda parte de dicha aria; a tono, que es lo que pude en su momento conseguir del acompañamiento orquestal.

  • Enrique Paz Escudero: Tu che a Dio spiegasti l’ali (Lucia di Lammermoor), Donizetti. 1991.
  • 6 de marzo de 2011

    Ah, la paterna mano (2011)



    Macbeth es una de las óperas de Verdi en la que el tenor apenas tiene protagonismo. Menos mal que el maestro de Roncole por lo menos le compuso un aria (por cierto, muy bella) en el último acto.

    Técnicamente no es de las más difíciles de Verdi pero, eso sí, contiene la inspiración melódica que a Don Giuseppe nunca le faltó.

  • Enrique Paz EscuderoAh, la paterna mano (Macbeth), Verdi. 2011.
  • 5 de marzo de 2011

    Vissi d'arte (1991)



    Allá en el lejano 1991 pensé que, si Floria Tosca era una actriz y Mario Cavaradossi un pintor, evidentemente ambos vivían del arte, con lo cual, cualquiera de ellos podía cantar esta plegaria. Y con este razonamiento, este osado tenor grabó el "Vissi d'arte".

    Tenéis que disculparme, pues al principio hay un pequeño desliz musical, incluida letra, pero no creo que mi versión pueda competir con la de Maria Callas, Renata Tebaldi o Zinka Milanov. Es que mi amor por la música de Puccini me lleva a cometer esta locuras. Perdonadme.

  • Enrique Paz Escudero: Vissi d'arte, Tosca, Puccini. 1991.
  • 4 de marzo de 2011

    El Ave María de Gounod (1991)



    Charles Gounod fue un operista de reconocido éxito. De su mente creadora nacieron óperas como Romeo et Juliette y Mireille, entre otras. Las que han permanecido constantemente en las grandes temporadas líricas han sido, sobre todo, Faust y Romeo et Juliette.

    Pero esta bellísima "Ave María", basada en el primer preludio del "Clave bien temperado" de Juan Sebastián Bach, le ha dado a Gounod, aun si cabe, un reconocimiento más universal.

    Se interpreta indistintamente por voces femeninas o masculinas, y es una de las plegarias más bellas que se han compuesto. La melodía creada por Gounod sobre la de Bach conforma una obra extraordinaria que es sin duda una pequeña joya del canto religioso.

  • Enrique Paz Escudero: Ave María, Gounod. 1991.
  • 3 de marzo de 2011

    Pourquoi me réveiller (2011)



    Esta grabación se realizó el pasado día 24 de febrero durante la presentación del libro Alfredo Kraus: una concepción del canto, del crítico y musicólogo Arturo Reverter.

    Estaba recuperándome de un catarro fuerte, pero creo que salvé más o menos la situación. También, como hice en su momento, pido disculpas por el "lapsus", al cantar la primera parte del aria en italiano y la segunda en francés. Cosas del directo.

    En cualquier caso, fue una experiencia muy interesante, que en sí motivaba el acto, al tratarse, de alguna forma, de un homenaje a Alfredo Kraus, que en este magnífico libro expone sus ideas técnicas y realiza un estudio de los diversos personajes interpretados en su dilatada y exitosa carrera.

    Espero, no obstante, que disfrutéis de esta, cuanto menos, curiosa versión...

  • Enrique Paz Escudero: Pourquoi me réveiller, Werther, Massenet. 2011.
  • 2 de marzo de 2011

    Cuando tan hermosa os miro... (1984)



    Joaquín Turina, compositor sevillano, es autor de una serie de obras independientes reunidas en un ciclo al  que llamó "Poema en forma de canciones". Entre ellas figura esta que yo canto: "Cuando tan hermosa os miro".

    Esta canción derrocha "andaluzismo" por los cuatro costados. Obra de tesitura ingrata, ha sido interpretada por los más grandes cantantes españoles, desde Victoria de los Ángeles hasta Alfredo Kraus.

  • Enrique Paz Escudero: Cuando tan hermosa os miro (Joaquín Turina), 1984.
  • 1 de marzo de 2011

    El gran Ghiaurov


    En el año 1973 fui a Londres, ya que mi maestro, Alfredo Kraus, debía cantar Rigoletto en el Covent Garden y un concierto de I puritani en el Royal Festival Hall.

    En la primera, una preciosa producción de Franco Zefirelli, el barítono era el inglés Peter Glosopp. Y en el concierto, tenía por compañeros a la soprano Vasso Papantoniou, el barítono Ryan Edwards y el gran bajo Nicola Ghiuselev.

    Alfredo y su mujer se alojaban en un céntrico edificio de apartamentos próximo al teatro, y en ese mismo edificio tenían también su apartamento Plácido Domingo y Nicola Ghiaurov.

    Ni qué decir tiene el interés mío en conocer a ambos... Con los dos pude contactar, y el primer día quedé con Ghiaurov. Hombre amabilísimo, estuvimos charlando durante un buen rato de ópera y, sabiendo por mí que Alfredo estaba cantando también en Londres, me dió el recado para Kraus de que, si quería, fuese al Covent Garden, donde el gran bajo cantaba el Boris Godunov.

    Yo, atendiendo el requerimiento de Ghiaurov, le di el recado a Kraus, y éste, sonriendo, me dijo: "Si vuelves a verlo, no le digas que estuviste conmigo, pues no tengo ninguna gana de ir a escuchar el Boris". Como yo sí, asistí a la función (cantó maravillosamente), me hice cómplice de Alfredo y le dije que no se lo había podido decir. Y así quedo la cosa.

    También Plácido Domingo me atendió muy bien cuando otro día lo fui a visitar a su apartamento. Él venía de cantar en Viena (no recuerdo qué ópera), y en el Covent Garden cantaba La bohème. Cantó un estupendo Rodolfo (eso sí, bajada medio tono su aria), y también la puesta en escena fue extraordinaria. A los pocos días debía cantar el Réquiem de Verdi, pero tuvo que ser sustituido por Veriano Luchetti, que lo defendió muy bien.

    ¡Cuánto pude disfrutar en Londres en aquellos días! Tuve ocasión de asistir a conciertos de Sir Georg Solti, Daniel Baremboin, Lorin Maazel y, sobre todo, a un maravilloso concierto de Boris Christoff cantando Mussorgsky.

    Tiempos aquellos...