Blog del tenor ENRIQUE PAZ ESCUDERO

21 de febrero de 2011

Dame Joan Sutherland


En el año 1974, Alfredo Kraus fue a Lisboa, pues debía cantar La favorita y La traviata. En esta ópera, su Violetta era nada más y nada menos que la soberbia Joan Sutherland.

Yo, como siempre, aprovechaba para asistir a todos los ensayos posibles. En uno de ellos, me hizo gracia que, cuando la Sra. Sutherland estaba ensayando su aria del primer acto "Sempre libera", se encontraba sentada y haciendo ganchillo. Miraba de vez en cuando para el director (su marido, Richard Bonynge), pero ella estaba a lo suyo, a ganchillar. Ni que decir tiene que no se le escapaba ni una sola nota, y en todo momento perfectamente cuadrada con la orquesta.

Cuando la fui a conocer, le pedí una fotografía con su autógrafo, y se disculpó diciéndome que no tenía ninguna foto pero que, si le facilitaba mi dirección postal, me la enviaría con sumo gusto. Y efectivamente, un mes más tarde, la tenía en mi poder. ¡Sí, señor; una mujer de palabra!

Por cierto, recuerdo que cuando terminaron las representaciones, regresé a Madrid. Por la mañana temprano, al salir del hotel, vi movimiento de tropas del ejército por las calles de Lisboa. Se estaba produciendo la "Revolución de los claveles".  Cuándo llegué a Madrid, mi familia se sorprendió de verme, pues me creían en Lisboa, ya que habían cerrado las fronteras. Yo, sin enterarme de nada, pude salir.  Kraus tuvo que quedarse un día más, hasta que las abrieron de nuevo.

¡Vivencias que tiene uno!

2 comentarios:

Antonio García Salazar dijo...

No había entrado en el blog en todo el fin de semana y, cuando lo he abierto me he encontrado la anécdota de Joan Sutherland. He pensado: “voy a escribir un comentario diciéndole a Enrique cuánto lo envidio”. Pero he seguido mirando la página y me he encontrado con más “vivencias” (por emplear tu misma expresión): del Monaco, Taddei, Callas...

Total, nada. Cuatro de los cantantes que más he admirado en mi vida (cinco, si tenemos en cuenta que en casi todas ellas aparece Kraus)

A lo mejor te parece tonto, pero me encanta poder charlar (aunque sea “on line”) con alguien que ha conocido personalmente a esos “monstruos” (dicho, claro está, en el sentido admirativo de la palabra)

Un abrazo, Enrique. Y gracias por compartir con nosotros esas vivencias.

Antonio.

Enrique dijo...

Pues sí, Antonio, he tenido la suerte de conocer a algunos de los grandes de la ópera, y son recuerdos imborrables que me hacen mirar con nostalgia aquellos tiempos pasados.

Poco a poco, a medida que vengan a mi memoria, iré colgando en el blog aquello que crea que pueda ser interesante para los aficionados a este maravilloso mundo del canto.

Antonio, un saludo con mi afecto.