Esta ópera, Manon, y Werther son sin duda las dos obras maestras de este compositor, y son dos obras cumbres dentro del repertorio operístico francés.
Es una romanza difícil, pues ha de cantarse con la voz "a flor de labios", jugando mucho con los legattos y dosificando muy bien el aire. Es un aria para recrearse en ella y tratar de cantarla con la mayor dulzura posible.
No sé si lo he conseguido. Doctores tiene la Iglesia...
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