Blog del tenor ENRIQUE PAZ ESCUDERO

13 de abril de 2011

Canción de la espada (1973)



Era el año 1973, y el Ayuntamiento de La Coruña ofreció una cena de gala al entonces jefe del estado, Francisco Franco, al terminar sus vacaciones estivales, en el Pazo de Meirás.

Yo fui invitado a cantar al finalizar la cena, durante el café, y como yo entonces era un joven y con ilusión por cantar, allí me fui, y canté a "Su Excelencia" esta bonita romanza de zarzuela de El huésped del sevillano, del Mto. Jacinto Guerrero,  más "Core 'ngrato" y "Amor ti vieta".

Me preguntaron, días antes en el Ayuntamiento, si yo fumaba —a lo cual respondí que no—, porque Franco acostumbraba a hacer un regalo —como en las corridas de toros— a los que actuaban para él.
El regalo, que yo no podía imaginar, fue una pitillera de plata.

Fue una experiencia interesante, y después de ser presentado a Franco, me comentaron que la canción de la espada, era de las preferidas del "Caudillo". ¡Mira por dónde, acerté!

Esta grabación fue realizada durante el ensayo, el día anterior a la cena.

  • Enrique Paz Escudero: Canción de la espada, El huésped del sevillano, Jacinto Guerrero. 1973.
  • 9 de abril de 2011

    Clases magistrales de canto (mayo de 2011), por Enrique Paz Escudero



    En el próximo mes de mayo (ya mismo, como quien dice), impartiré clases magistrales de canto en mi ciudad, La Coruña. Nos acompañará al piano Ludmila Shevyakova.
    Os detallo a continuación fechas, horarios, requisitos... Importante: la partitura ha de enviarse antes del 30 de abril. Os esperamos. ¡Gracias!

    * * *
    • Clases magistrales de canto impartidas por el tenor Enrique Paz Escudero.
    • Fechas: 14, 15, 16 y 17 de mayo de 2011.
    • Horarios: entre las 17:00 y las 21:00 horas.
    • Lugar: Local social de la Coral Polifónica El Eco, calle Varela Silvari, 11 bajo.  A Coruña.
    • Pianista acompañante: Ludmila Shevyakova.
    • Perfil de los alumnos:  iniciados, cursando (o hayan terminado) estudios de canto.
    • Repertorio: ópera italiana y francesa, canción lírica y zarzuela.
    • Duración de la clase:  50 minutos (aproximadamente).
    • Precio:  75 € (para los oyentes: gratutito).
    • Requisitos: las partituras deberán enviarse (en copia clara), antes del 30 de abril de 2011, a la siguiente dirección:

    Enrique Paz Escudero
    C/ Francisco Miguel, 8 – 4º izda
    15010 A Coruña

    enriquepaz@mundo-r.com

    30 de marzo de 2011

    O surdato 'nnamurato (2011)



    Alegre canción napolitana del compositor Aniello Califano, que nos cuenta los pensamientos de un soldado, protegido en su trinchera, recordando los encantos de su amada.

    Canción un poco pícara, pero con un sabor típico de aquella zona de Italia que mundialmente se hizo famosa —entre otras cosas— por los magníficos compositores allí nacidos, y que hicieron de la canción napolitana pieza obligada en cualquier concierto lírico.

  • Enrique Paz Escudero: O surdato 'nnamurato, Califano. 2011.
  • 27 de marzo de 2011

    Invan nascondo (1991)



    En el tercer acto de La bohème, de Puccini, Mimì va ha buscar a Marcello al Bulevar d'Enfer, donde el pintor esta realizando un fresco en la fachada del café. Mimì llega desconsolada, pues no comprende los motivos del alejamiento de Rodolfo hacia ella. Al poco rato, aparece Rodolfo, confiesa a Marcello —mientras Mimí escucha escondida— que ama a Mimí, pero que la terrible enfermedad de la joven le tiene muy preocupado. Mimì aparece ante Rodolfo y, con el fondo de una divertida discusión entre Marcello y Musetta, ambos amantes se reencuentran.

    Otra vez Puccini, diréis. No puedo evitar, en cuanto tengo ocasión, de disfrutar de la riqueza melódica del músico de Lucca, que me llega muy adentro. Y el drama de La bohème, concretamente, me parece una historia de amor maravillosa.

  • Enrique Paz Escudero: Invan nascondo, La bohème, Puccni. 1991.
  • 25 de marzo de 2011

    Ora e per sempre, addio (1968)



    En esta grabación se puede, más que observar, escuchar la osadía de un joven tenor de 19 años interpretando nada menos que el Otello de Giuseppe Verdi.

    Era tal mi admiración por esta gran obra verdiana que de tanto escucharla llegué a recordar todas las frases, gemidos, insinuaciones, que Mario del Monaco, gran especialista en el moro de Venezia, dejó inmortalizada en esta legendaria grabación con Herbert Von Karajan, teniendo a su lado a la gran Renata Tebaldi y al fabuloso barítono Aldo Protti, con el acompañamiento majestuoso de la Orquesta Filarmónicca de Viena.

    Mi voz está superpuesta a la de Del Monaco, y es una grabación que conservo con cariño, pues eran mis primeros escarceos en el mundo de la ópera. Técnicamente, mi voz estaba por hacerse, pero ya mi entusiasmo era muy grande. Cosas de la juventud.

    Espero que os guste.

  • Enrique Paz Escudero: Ora e per sempre, addio (Otello), Verdi. 1968.
  • 24 de marzo de 2011

    Ch'ella mi creda (2010)



    La fanciulla del West (1910) es una de las óperas menos conocidas de Giacomo Puccini, y en parte se debe a que suele parecer absurdo un argumento que se desarrolla en el lejano oeste americano, en la época de los buscadores de oro, en California. Sin embargo, hoy en día, hay montajes que trasladan la época en la que el autor ubicó su obra (I puritani,  por ejemplo, ambientada hacia1650 y trasladada a la Primera Guerra Mundial), y esto muchos amantes de la ópera lo dan por bueno.

    La fanciulla del West es una ópera grandiosa que precisa una magnífica soprano lírica, un poderoso tenor-spinto, un buen barítono y un plantel de buenas figuras secundarias para dar vida, perfectamente concertados, a los pobres mineros que buscan el apoyo maternal de Minnie, la protagonista.

    El tenor tiene dos arias fantásticas. La primera, "Or son sei mesi", de auténtica bravura; y la segunda, al final de la ópera, "Ch'ella mi creda", más lírica que la anterior. La orquestación de Puccini ya se muestra precursora de lo que será su obra póstuma, Turandot,  terminada por Franco Alfano.

    Quien no haya prestado demasiada atención a La fanciulla del West, que trate de encontrar un hueco en su tiempo de esparcimiento para escucharla, sobre todo siguiendo el libreto, y poder saborearla a conciencia.

  • Enrique Paz Escudero: Ch'ella mi creda, La fanciulla del West. 2010.
  • No te alejes, vida mía (1991)



    El maestro José Serrano —para mí, el Puccini de la zarzuela— nos dejó bellísimas obras que forman parte de lo más representativo del género lírico español: La Dolorosa, La canción del olvido, Los de Aragón...

    Esta obra, Las hilanderas, fue dada a conocer por el sello Columbia e interpretada por  grandes cantantes españoles: la soprano María Uriz, el barítono Juan Pons y el tenor Eduard Giménez.

    Encontramos en ella la maravillosa inspiración melódica del maestro Serrano, algo común en el conjunto de sus obras.

  • Enrique Paz Escudero: No te alejes, vida mía (Las hilanderas), José Serrano. 1991.
  • 23 de marzo de 2011

    El suspiro del moro (1974)



    "El suspiro del moro", del compositor Ruperto Chapí, narra el lamento de Boabdil, el último rey de Granada, cuando esta ciudad es reconquistada por los Reyes Católicos.

    En su lamento, evoca Boabdil las bellezas de Granada, que los siglos han guardado celosamente hasta el día de hoy, ya que es una de las joyas de la humanidad.

  • Enrique Paz Escudero: El suspiro del moro, Ruperto Chapí. 1974.
  • 22 de marzo de 2011

    Beethoven componiendo


    Una actividad que de vez en cuando practico es el dibujo humorístico, aunque he de confesar que muy de tarde en tarde me pongo a ello.

    Aquí os dejo escuchando al gran maestro Beethoven componiendo una de sus obras maestras. Que la disfrutéis.


    Ludwig van Beethoven - La Tempestad. The Tempest. Der Sturm. Sonata No. 17

    19 de marzo de 2011

    D'un pensiero (1976)



    Vincenzo Bellini era un magnífico compositor que desgraciadamente dejó muy pocas obras, debido a su prematuro fallecimiento a la edad de  34 años. Entre ellas, destacan sobre todas las demás tres títulos fundamentales en la historia de la ópera: Norma, I puritani y La sonnambula.

    De esta última, a la cual pertenece el fragmento que canto, si dejamos de lado el argumento —un tanto pueril— y nos quedamos con la música, encontramos momentos maravillosos de inspiración melódica. Es cierto que esta ópera no tiene una gran aria para el tenor, pero posee un hermoso y extenso dúo —así como el concertante, al cual pertenece el fragmento presente— y dos semi-arias: "Ah, perché non posso odiarti" y "Son geloso del zefiro errante".

    Todo la ópera es bellísima, con un acompañamiento orquestal discreto, pero que adorna muy bien las melodías bellinianas.

    Esta es mi lejana versión de 1976, y acompañando a Maria Callas. ¡Todo un lujo!

  • Enrique Paz Escudero: D'un pensiero e d'un accento (La sonnambula), Bellini. 1976.
  • 18 de marzo de 2011

    Nicola Ghiuselev, mi gemelo... 1974


    En 1974, estando yo en Londres, cantaba Kraus en el Royal Festival Hall la ópera I puritani en versión concierto. Sus compañeros de reparto, como creo ya haber comentado, eran la soprano griega Vasso Papantoniou, el barítono Ryan Edwards y el bajo Nicola Ghiuselev.


    Finalizado el concierto, un amigo de Kraus le invitó a asistir unos días después a un ceremonia religiosa en una sinagoga judía en la que dicho hombre era cantor. Kraus me preguntó si me apetecía acompañarle; y yo, cómo no, ¡encantado!

    El día señalado fuimos Alfredo y yo y, al llegar a la sinagoga, lo primero que nos dijeron fue que debíamos descalzarnos; nos pusieron el gorro típico judío y, sobre los hombros, un manto. A ambos nos entregaron un pequeño libro (escrito en hebreo), que yo abrí, y vi que aquello era indescifrable. Un viejito que estaba a nuestro lado me indicó, con una sonrisa, que lo estaba leyendo al revés. Alfredo se reía.

    Cuando empezó la ceremonia, el cantor amigo de Kraus no hacía más que mirar hacia nosotros;  primero a uno y después al otro, y nos sonreía continuamente. Yo estaba intrigado: ¿por qué me sonreirá a mí? Al terminar la ceremonia, el cantor se acercó a nosotros. Todo se aclaró: me había confundido con Ghiuselev, a quien también había invitado. Desde el altar había una pequeña distancia, y por eso el buen hombre se equivocó de persona.

    Más tarde fuimos invitados a comer a su casa, con su familia (todos judíos) y comimos pollo y alguna cosa más. Mientras comíamos, hablábamos sobre la técnica extraordinaria de los cantores de sinagoga, pero de repente uno de ellos empezó a cantar y todos paramos de comer hasta que el cantor terminó. Y esto se repetía cada diez minutos. No recuerdo lo que tardamos en comer, pero con semejante panorama, se había hecho bastante tarde.

    Al volver para casa, Alfredo me comentaba que ya había asistido en New York a una ceremonia judía.  Quien le había invitado entonces era nada menos que Richard Tucker, por quien Kraus sentía una gran admiración.

    15 de marzo de 2011

    En el fondo de la mina (1991)



    Canción "a capella" del excelente músico Salvador Ruiz de Luna, perteneciente al "Cancionero Hispánico",  y que el compositor realizó para su amigo Alfredo Kraus.

    Además de canciones, Ruiz de Luna es autor de magníficas bandas sonoras para el cine español y llevó a cabo una gran recopilación de canciones representativas de diferentes ciudades y países del mundo. Fue un gran músico que supo captar perfectamente las vivencias de las personas, así como reflejar en sus canciones las diferentes culturas musicales de los países hermanos de América y España.

    En su memoria, canto esta canción. Narra la desgracia de un minero, que alrededor de una mesa con sus amigos, bebiendo el vino de su tierra, les cuenta cómo la mina destrozó su vida.

    Canción compleja por su tesitura, pues como decía anteriormente, Ruiz de Luna la compuso pensando en la voz de Alfredo Kraus. Esta es mi versión...

  • Enrique Paz Escudero: En el fondo de la mina (Ruiz de Luna). 1991.
  • Nino Piccaluga, un tenor más...


    En el año 1973, estando en Milán, me acerqué a conocer la "Casa di Riposo" (Casa di Riposo per Musicisti Giuseppe Verdi), mandada construir por Giuseppe Verdi para alojar a músicos que no reuniesen las condiciones necesarias para poder pasar dignamente sus últimos años.

    En aquel edificio, hay un pequeño mausoleo donde reposan los restos mortales de Giuseppe Verdi y Giuseppina Strepponi, su segunda mujer. Después de visitar ambas sepulturas y rezar una oración, pregunté a una persona encargada de las personas alojadas en Casa di Riposo si en aquel momento había algún cantante que se encontrase viviendo en dicha institución.

    Me respondió que el único cantante que residía allí era un viejo tenor llamado Nino Piccaluga, que había cantado mucho en la Scala, con Toscanini, pero que se encontraba bastante enfermo. Le rogué si podía hacerle una breve visita, y me autorizaron a pasar un momento. En una pequeña habitación me encontré a un anciano, con una sonda en el brazo y varios aparatos médicos a los que pemanecía conectado. Me presenté a él y le dije que era un estudiante de canto español. Y entonces se le iluminó la cara y me dijo en italiano: "Ah, Spagna!! Io ricordo ancora al mio caro amico Michellino Fleta, meraviglioso cantante, ed anche Hipólito Lázaro, bravissimo!!".

    Quedé con él en volverlo a visitar al cabo de unos días pero, cuando fui de nuevo, me comunicaron que había fallecido. Era Nino Piccaluga un extraordinario tenor de amplias facultades y, junto a Pertile, especialista en la Manon Lescaut; ambos muy del agrado de Puccini.

    Digo, que Piccaluga en aquella época era un tenor de segundo orden, ya que la Scala era frecuentada por el anteriormente citado Pertile; por Lauri-Volpi, Merli, Zenatello... y una larga lista de nombres ilustres, con lo cual, los que cantaban las segundas funciones, en teoría, eran cantantes de segundo orden.


    Nino Piccaluga - O paradiso








    Hoy, Nino Piccaluga sería un primerísimo tenor a nivel mundial. Acompaño esta reseña de la extraordinaria voz de Nino Piccaluga, y vosotros juzgaréis.

    13 de marzo de 2011

    Elvira de Hidalgo, la maestra...


    Elvira de Hidalgo fue una extraordinaria soprano ligera que efectuó una gran carrera cantando al lado de los grandes de su época, como Titta Ruffo, Lauri-Volpi, Feodor Chaliapin, Tito Schipa y muchos otros más. Pero más que por sus méritos vocales, que fueron muchos, ha pasado a la historia por haber sido la maestra de la grandísima Maria Callas.

    Cuando yo pensé seriamente en la posibilidad de dedicarme al canto, quería que alguien de prestigio me escuchase y me diese su opinión acerca de si con mi voz tenía posibilidades de dedicarme profesionalmente a este mundo de la lírica.

    Tenía yo por entonces (1971) una amiga soprano que estudiaba con Elvira de Hidalgo en Milán, y ella fue quien le habló sobre mi intención de realizar una audición para su maestra. La Hidalgo, muy amablemente, se ofreció a escucharme en su casa. Allí me fui con mi ilusión de conocer a aquella ilustrísima señora. Me invitó a comer en su casa y, después de la comida, canté para ella el aria de "Tombe degli avi", de Lucia di Lammermoor.

    Yo estaba muy emocionado, viéndome en la misma habitación en la que Maria Callas había estudiado con la Sra. Hidalgo. Tenía la sensación de encontrarme en un salón histórico... Me felicitó por mi voz y mi interpretación, y se mostró interesada en darme clases. Más adelante, el destino hizo que me encontrara con mi maestro, Alfredo Kraus, que fue quien me empezó a encaminar en el mundo de la técnica vocal.

    Con el tiempo, tuve ocasión de volver a ver a De Hidalgo en un viaje que realizó a La Coruña, y entonces yo la invité a comer en casa de mis padres, devolviéndole la gentileza que ella había tenido conmigo en Milán.

    12 de marzo de 2011

    Vesti la giubba (2011)



    Absolutamente drámatica en su contenido, tanto musical como literario, esta aria es una piedra de toque para los tenores.

    I Pagliacci, la pequeña obra de Leoncavallo que sin embargo lo catapultó a la fama, es una clara muestra de lo que es la ópera verista. Los problemas verdaderos que sucedían en los tiempos en que Leoncavallo compuso su ópera; vivencias de las gentes de los pueblos, para los que era una auténtica novedad la llegada de un grupo de titiriteros que los abstraían de la rutina del trabajo diario; la célebre historia de Colombina y Polichinella.

    En esta aria, Canio el payaso, sabedor de la traición de su mujer, se enfrenta al momento de salir a escena y comenzar la función programada para la gente del lugar. Colombina (Nedda) lo ha traicionado, pero como profesional que es, debe salir ante el público, y riendo, hacer reír a los espectadores, pero con el alma sobrecogida por el dolor.

    Como digo, aria de gran intensidad dramática, que inmortalizaron grandes tenores como Caruso, Gigli, Corelli o Del Monaco.

  • Enrique Paz Escudero: Recitar... Vesti la giubba, I Pagliacci, Leoncavallo. 2011.
  • 11 de marzo de 2011

    Amapola (2011)



    Una canción "a capella", pero como es muy bonita, espero que sabréis disculparme. Ya la cantaban tenores tan extraordinarios como Fleta, Schipa, Kraus... (que aparecen en el vídeo)..., y ahora yo.
    Perdonad la inmodestia, pero cada cual tiene su "ego"...

  • Enrique Paz Escudero: Amapola (José María Lacalle). 2011.
  • 10 de marzo de 2011

    Occhi di fata (1985)



    A finales del siglo XIX, en Italia, además de los grandes compositores operísticos  (Verdi, Puccini, Mascagni, Giordano, Leoncavallo...), había otros músicos que volcaban su creatividad hacia otro tipo de obra, y hablamos de la canción napolitana.

    Generalmente estos grandes artistas solían ser profesores de los conservatorios, e incluso maestros de canto. Algunos fueron reconocidos en su momento, y sus canciones enseguida fueron interpretadas por los más grandes cantantes de la época, llegando hasta hoy su popularidad.

    Tal ha sido el caso de Tosti, Di Capua, De Curtis, Cardillo, Gastaldon y Denza, el cual es autor de esta preciosa canción que es "Occhi di fata".

    Estas canciones son imprescindibles en cualquier concierto lírico por  su belleza y, en algunos casos, por la dificultad técnica que conllevan.

  • Enrique Paz Escudero: Occhi di fata (Denza). RNE, 1985.
  • Boris Christoff, nada menos... 1974


     Cuando en el año 1974 me encontraba en Londres, donde cantaba Kraus, yo trataba de enterarme de todos los conciertos que en aquellos días sucedían en aquella ciudad. Me encontré con la sorpresa de que el 11 de febrero cantaría en el Royal Festival Hall el gran Boris Christoff, el fabuloso bajo búlgaro al cual yo tanto admiraba y del que tenía algunas grabaciones en discos de vinilo.

    Fui hasta la sala de concierto y tuve la fortuna de conseguir una entrada, muy bien de precio, y me preparé en su día a asistir al fantástico evento. Casi me temblaban las piernas, esperando la salida al escenario del extraordinario cantante. Y de repente, apareció, saludó al público y, mirando hacia los que allí estábamos, parecía como si nos dijese: "Preparaos, porque vais a escuchar a Boris Christoff".

    Ni que decir tiene que el concierto fue un auténtico éxito. El recuerdo de aquel día lo tengo muy presente, sobre todo cada vez que me doy el placer de escuchar a tan gran artista.
     

    8 de marzo de 2011

    Dúo Lucia di Lammermoor (II), 1978



    El personaje de Edgardo, vocalmente, se adaptaba muy bien a mi voz de tenor lírico-ligero, y realmente me encontraba muy cómodo cantándolo, pues me daba la oportunidad de desenvolverme en ese difícil pero bonito terreno del belcanto.

    El dúo tiene su parte romántica y, en algún momento, algo de heroica ("Sulla tomba che rinserra il tradito genitore, al tuo sangue eterna guerra Io giurai nel mio furore"), pasando inmediatamente al belcantismo más puro ("Ma ti vidi e in cor mi nacque altro affetto, e l'ira tacque").

    Yo en aquellos tiempos todavía estaba un poco "verde" y quizá no le di en aquel momento toda la expresión que esas frases requieren, pero con el tiempo encontré  matices que me permitieron enriquecer notablemente la interpretación de este bellísimo dúo.

  • Enrique Paz Escudero: dúo de Lucia di Lammermoor (segunda parte), Donizetti. 1978.
  • Dúo Lucia di Lammermoor (I), 1978



    Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, con libretto de Salvatore Cammarano y basada en la obra del escritor inglés Sir Walter Scott, fue estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles el 26 de septiembre de 1835.

    Este fragmento que cantamos (desgraciadamente, no recuerdo el nombre de la soprano), lo grabamos en el año 1978 en Barcelona. Probablemente sea uno de los dúos más populares dentro de la producción operística de Donizetti. El encuentro de Lucia y Edgardo, declarandose su amor, da principio a una tragedia (muy común en aquellas épocas) que termina con la locura de Lucia y la muerte de ambos protagonistas.

    Por la extensión del dúo, he debido dividirlo en dos partes. Disculpad este inconveniente.

  • Enrique Paz Escudero: dúo de Lucia di Lammermoor (primera parte), Donizetti. 1978.
  • Clase de canto (I), junio 1973



    Comentaba en un vídeo anterior sobre la colocación de la vocal "i", y decía que ha de estar exactamente en el mismo lugar en el que veíamos se situaba la "e".

    En esta vocalización, Kraus insiste en la altura, el timbre; e insiste en no hacer la voz demasiado grande, para darle más ligereza y facilidad. Escucharéis que las tres vocales —"i", "e" y "a"— están en el mismo plano. No hay ninguna que varíe que suponga cambiar el color de la voz.

    Intentadlo...

    7 de marzo de 2011

    Tu che a Dio spiegasti l'ali (1991)



    Sobre Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, se podría decir que es una ópera de soprano. Nada más lejos de la realidad. El tenor (Edgardo) canta en el primer acto el hermoso dúo con Lucia de casi diez minutos. También en el primer acto, segunda escena, se encuentra el casamiento de Lucia y el célebre sexteto, en donde el tenor tiene una parte vocal heroica muy comprometida.

    En el inicio del segundo acto sucede la "escena de la torre", que es un dúo tenor-barítono (que suele suprimirse) de una duración aproximada de otros diez minutos. Y por último, toda la escena tercera del segundo acto es íntegra del tenor, donde canta "Tombe degli avi miei" y la muy difícil aria "Tu che a Dio, spiegasti l'ali".

    Esta segunda aria normalmente se cantaba medio tono bajo, por la complicada tesitura a la que está sometido el tenor, y hoy generalmente sigue haciéndose así. Alfredo Kraus siempre la cantó a tono, incluso en las últimas representaciones de su carrera.

    Yo, en esta grabación, canto la segunda parte de dicha aria; a tono, que es lo que pude en su momento conseguir del acompañamiento orquestal.

  • Enrique Paz Escudero: Tu che a Dio spiegasti l’ali (Lucia di Lammermoor), Donizetti. 1991.
  • 6 de marzo de 2011

    Ah, la paterna mano (2011)



    Macbeth es una de las óperas de Verdi en la que el tenor apenas tiene protagonismo. Menos mal que el maestro de Roncole por lo menos le compuso un aria (por cierto, muy bella) en el último acto.

    Técnicamente no es de las más difíciles de Verdi pero, eso sí, contiene la inspiración melódica que a Don Giuseppe nunca le faltó.

  • Enrique Paz EscuderoAh, la paterna mano (Macbeth), Verdi. 2011.
  • 5 de marzo de 2011

    Vissi d'arte (1991)



    Allá en el lejano 1991 pensé que, si Floria Tosca era una actriz y Mario Cavaradossi un pintor, evidentemente ambos vivían del arte, con lo cual, cualquiera de ellos podía cantar esta plegaria. Y con este razonamiento, este osado tenor grabó el "Vissi d'arte".

    Tenéis que disculparme, pues al principio hay un pequeño desliz musical, incluida letra, pero no creo que mi versión pueda competir con la de Maria Callas, Renata Tebaldi o Zinka Milanov. Es que mi amor por la música de Puccini me lleva a cometer esta locuras. Perdonadme.

  • Enrique Paz Escudero: Vissi d'arte, Tosca, Puccini. 1991.
  • 4 de marzo de 2011

    El Ave María de Gounod (1991)



    Charles Gounod fue un operista de reconocido éxito. De su mente creadora nacieron óperas como Romeo et Juliette y Mireille, entre otras. Las que han permanecido constantemente en las grandes temporadas líricas han sido, sobre todo, Faust y Romeo et Juliette.

    Pero esta bellísima "Ave María", basada en el primer preludio del "Clave bien temperado" de Juan Sebastián Bach, le ha dado a Gounod, aun si cabe, un reconocimiento más universal.

    Se interpreta indistintamente por voces femeninas o masculinas, y es una de las plegarias más bellas que se han compuesto. La melodía creada por Gounod sobre la de Bach conforma una obra extraordinaria que es sin duda una pequeña joya del canto religioso.

  • Enrique Paz Escudero: Ave María, Gounod. 1991.
  • 3 de marzo de 2011

    Pourquoi me réveiller (2011)



    Esta grabación se realizó el pasado día 24 de febrero durante la presentación del libro Alfredo Kraus: una concepción del canto, del crítico y musicólogo Arturo Reverter.

    Estaba recuperándome de un catarro fuerte, pero creo que salvé más o menos la situación. También, como hice en su momento, pido disculpas por el "lapsus", al cantar la primera parte del aria en italiano y la segunda en francés. Cosas del directo.

    En cualquier caso, fue una experiencia muy interesante, que en sí motivaba el acto, al tratarse, de alguna forma, de un homenaje a Alfredo Kraus, que en este magnífico libro expone sus ideas técnicas y realiza un estudio de los diversos personajes interpretados en su dilatada y exitosa carrera.

    Espero, no obstante, que disfrutéis de esta, cuanto menos, curiosa versión...

  • Enrique Paz Escudero: Pourquoi me réveiller, Werther, Massenet. 2011.
  • 2 de marzo de 2011

    Cuando tan hermosa os miro... (1984)



    Joaquín Turina, compositor sevillano, es autor de una serie de obras independientes reunidas en un ciclo al  que llamó "Poema en forma de canciones". Entre ellas figura esta que yo canto: "Cuando tan hermosa os miro".

    Esta canción derrocha "andaluzismo" por los cuatro costados. Obra de tesitura ingrata, ha sido interpretada por los más grandes cantantes españoles, desde Victoria de los Ángeles hasta Alfredo Kraus.

  • Enrique Paz Escudero: Cuando tan hermosa os miro (Joaquín Turina), 1984.
  • 1 de marzo de 2011

    El gran Ghiaurov


    En el año 1973 fui a Londres, ya que mi maestro, Alfredo Kraus, debía cantar Rigoletto en el Covent Garden y un concierto de I puritani en el Royal Festival Hall.

    En la primera, una preciosa producción de Franco Zefirelli, el barítono era el inglés Peter Glosopp. Y en el concierto, tenía por compañeros a la soprano Vasso Papantoniou, el barítono Ryan Edwards y el gran bajo Nicola Ghiuselev.

    Alfredo y su mujer se alojaban en un céntrico edificio de apartamentos próximo al teatro, y en ese mismo edificio tenían también su apartamento Plácido Domingo y Nicola Ghiaurov.

    Ni qué decir tiene el interés mío en conocer a ambos... Con los dos pude contactar, y el primer día quedé con Ghiaurov. Hombre amabilísimo, estuvimos charlando durante un buen rato de ópera y, sabiendo por mí que Alfredo estaba cantando también en Londres, me dió el recado para Kraus de que, si quería, fuese al Covent Garden, donde el gran bajo cantaba el Boris Godunov.

    Yo, atendiendo el requerimiento de Ghiaurov, le di el recado a Kraus, y éste, sonriendo, me dijo: "Si vuelves a verlo, no le digas que estuviste conmigo, pues no tengo ninguna gana de ir a escuchar el Boris". Como yo sí, asistí a la función (cantó maravillosamente), me hice cómplice de Alfredo y le dije que no se lo había podido decir. Y así quedo la cosa.

    También Plácido Domingo me atendió muy bien cuando otro día lo fui a visitar a su apartamento. Él venía de cantar en Viena (no recuerdo qué ópera), y en el Covent Garden cantaba La bohème. Cantó un estupendo Rodolfo (eso sí, bajada medio tono su aria), y también la puesta en escena fue extraordinaria. A los pocos días debía cantar el Réquiem de Verdi, pero tuvo que ser sustituido por Veriano Luchetti, que lo defendió muy bien.

    ¡Cuánto pude disfrutar en Londres en aquellos días! Tuve ocasión de asistir a conciertos de Sir Georg Solti, Daniel Baremboin, Lorin Maazel y, sobre todo, a un maravilloso concierto de Boris Christoff cantando Mussorgsky.

    Tiempos aquellos...

    28 de febrero de 2011

    Ecco, la prova...

    Sí, señor; aquí lo tienen, nada menos que don Giacomo, con la dedicatoria a este humilde tenor, el día que lo visitamos doña Rosa (mi mujer), don Alfredo, don Sesto y un servidor.

    Grandísimo tenor, una leyenda del canto.

    27 de febrero de 2011

    Fia vero, lasciarti (1978)



    Este fragmento de La favorita de Donizetti corresponde al dúo del final del primer acto entre Leonora y Fernando. Naturalmente, al comienzo del drama, el pobre Fernando todavía desconoce la relación sentimental de Leonora con el rey Alfonso. En este dúo se declaran amor mutuo y, a partir de ahí, se van desencadenando los hechos, que conducen a la vuelta de Fernando al convento y la muerte —no se sabe de qué— de Leonora.

    Las dos joyas de La favorita para el tenor son las dos arias "Una vergine" y el famoso "Spir'to gentil", pero esta página que canto también tiene su belleza. Lástima que no tenía una Leonora a mano para grabar el dúo como corresponde.

  • Enrique Paz Escudero: Fia vero, lasciarti (La favorita), Donizetti. 1978.
  • 26 de febrero de 2011

    Epílogo de Mefistofele, Boito (1991)



    En el Faust de Gounod, el protagonista causa la perdición de Margarita, y finalmente por ello es condenado y arrastrado a los infiernos por Mefistofele. Sin embargo, en el Mefistofele de Arrigo Boito, al final de la ópera Faust es perdonado y, entre coros celestiales, asciende al cielo.

    Esta obra monumental está llena de momentos verdaderamente geniales: las arias de Mefistofele "Ecco il mondo" y "Ave, Signor"; la bellísima aria de Margueritta "L'altra notte" y las dos arias del tenor "Dai campi, dai prati" y "Giunto, sul'passo estremo", que nos llevan al epílogo, en donde Faust, rodeado de las voces de los ángeles, canta las últimas frases del tenor, antes de ser redimido y ascender a los cielos, junto a su amada Margarita.

    Es verdaderamente gratificante para un tenor cantar este Epílogo, envuelto en una orquestación revolucionaria unida al espectacular canto del coro de ángeles, dando fin magistralmente a una ópera que en su día no fue muy bien recibida por los aficionados, que consideraron la música de Boito demasiado moderna para aquella época.

    Hoy en día, si se encuentra un bajo digno para afrontar este difícil rol, es una ópera frecuentada en las grandes temporadas líricas de cualquier teatro del mundo.

  • Enrique Paz Escudero: Epílogo de Mefistofele, Arrigo Boito. 1991.
  • 25 de febrero de 2011

    Dicen que no nos queremos... (1985)



    Bien es sabido que la jota es un canto (y baile) alegre; muy vital, como es la gente de Aragón. Sin embargo, esta "Jota" de Manuel de Falla, perteneciente al ciclo "Siete canciones populares españolas", se caracteriza por su delicadeza y dulzura. Es como si fuese un a conversación íntima entre dos enamorados, al resguardo del oído de la gente. Creo que así la compuso Falla, y así la interpreto yo.

  • Enrique Paz Escudero: Jota (Falla), 1985
  • 24 de febrero de 2011

    Vocalización sobre la letra "e" (1983)



    En este vídeo vais a escuchar una vocalización que hacía con mi maestro, Alfredo Kraus, trabajando sobre la letra "e". Partiendo del do grave, voy ascendiendo semitonos hasta alcanzar el renatural y, a continuación, vuelvo a bajar dichos semitonos hasta llegar de nuevo a la zona grave.

    Lo importante es que la voz esté muy ligera, con el menor peso posible, y pasando muy suavemente —como cruzando un puente— por las notas agudas. Todas y cada una de las notas han de estar altas y apoyadas por el diafragma, y situadas en la "máscara" —encima de la nariz, pero que no sean nasales—, tanto las ascendentes como las descendentes.

    No nos importe que en la zona grave, la voz no tenga gran sonoridad, pero lo que sí es importante es que, aun teniendo poco volumen en los graves, estén altos y timbrados. Insisto, una vez que llegamos a la nota más aguda —en este caso, el re natural—, bajamos manteniendo la altura de la voz, así como el timbre.

    Vemos que es un breve ejercicio de coloratura. Es muy importante que todas y cada una de las notas estén en su lugar y que la vocalización sea limpia. Absolutamente todas las notas han de estar bien situadas, y no perder nunca el color de la voz, sea cual sea la tesitura.

    Este ejercicio vale para las cinco vocales. En su momento incluiré algún ejercicio más comentando otras vocalizaciones con la "i" y la "a", la más abierta, porque se tiende a cantar de garganta, y quizá por ello sea, de las cinco vocales, la que más atención requiere.

    23 de febrero de 2011

    Dio, mi potevi... (2010)



    El Otello de Verdi fue la tercera ópera que tuve —en aquellos discos de vinilo—, cantada dicha versión por el gran Mario del Monaco, la extraordinaria Renata Tebaldi y el estupendo barítono Aldo Protti; todos ellos bajo la dirección de Herbert Von Karajan, al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena.

    La escuché tantas veces que finalmente me sabía los gemidos, sollozos y todas las expresiones de cada uno de los intérpretes. Para mí, sin duda alguna, Del Monaco fue el más grande Otello que yo he escuchado, por poderío de voz, pero sobre todo por su identificación con el personaje verdiano.

    No es un rol apropiado para mi voz, pues no tengo la amplitud necesaria para cantarla en un teatro, pero al ser una grabación privada, la he hecho, sobre todo, por el placer de interpretar este personaje tan colosal y, al mismo tiempo, tan desgraciado.

  • Enrique Paz Escudero: Dio, mi potevi (Otello), Verdi. 2010.
  • 22 de febrero de 2011

    El gran Lauri-Volpi


    Año 1973. Alfredo Kraus cantaba en Valencia las óperas Manon y Lucia di Lammermoor. En esta segunda, el barítono era su gran amigo y maravilloso cantante Sesto Bruscantini.

    Ni que decir tiene que a Valencia me escapé, esta vez con mi  mujer, Rosa (entonces éramos novios), aprovechando que mi hermana vivía en aquella ciudad y teníamos en su casa el alojamiento reservado.

    Unos días antes de las funciones organizamos en casa de mi hermana una extraordinaria mariscada, y allí nos juntamos el matrimonio Kraus, mi hermana y su familia, y mi novia y yo. ¡Vaya festín nos dimos! Pero lo importante es lo siguiente.

    El legendario tenor Giacomo Lauri-Volpi vivía en un pueblo cerca de Valencia llamado Burjasot. Alfredo nos preguntó a Rosa y a mí si queríamos ir a casa de Lauri-Volpi con él y Bruscantini, pues les había invitado a merendar. Yo no lo dudé ni por un momento y nos "apuntamos a la excursión".
    Cuando llegamos a su casa, nos recibió muy amablemente y nos enseñó su habitación, donde él estudiaba. Todo aquello estaba lleno de fotografías, y creo recordar que había un busto suyo, caracterizado de Otello. En la decoración de la casa, muebles antiguos, grandes cortinas, vitrinas con medallas...; daba la sensación de encontrarnos en un palacete de la Italia de finales del siglo XIX.

    Era Lauri-Volpi un hombre muy hablador y tenía una autosuficiencia grandísima. Él se autoconsideraba el mejor tenor de todos los tiempos y, para demostrárnoslo, se sentó al piano y se puso a vocalizar. Tenía ya sus setenta y tantos años, y la voz le sonaba potente y apoyada. Según él, vocalizó hasta el do, vanagloriándose de que a su edad no había tenores que pudieran hacer aquello. Alfredo, mirando de lado a Bruscantini, le decía: "Tiene el piano bajado de tono". En cualquier caso, aquella voz era impresionante, y tanto Kraus como Bruscantini coincidían en la grandeza de aquel hombre que había realizado una extraordinaria carrera.

    Más adelante, Lauri-Volpi demostró quién había sido en aquel "Nessun dorma" maravilloso que cantó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

    Spir'to gentil (2010)



    El libreto de esta ópera de Donizetti es un tanto absurdo. Vemos que el Padre Superior del convento tiene un hijo (Fernando), que está como novicio en dicho monasterio.

    Las circunstancias hacen que Fernando deje el claustro para ser soldado del rey, y en este trance se enamora de una joven de palacio, de la cual él desconoce que es "la favorita del rey". Cuando en la corte se lo revelan, reniega de todos los honores concedidos por el rey y se retira de nuevo al convento.

    Allí, en el último acto, canta la celebre aria "Spir'to gentil" (maravillosamente interpretada siempre por Alfredo Kraus) y, de repente, no se sabe de dónde, aparece Leonora que se está muriendo, y no se sabe de qué... El aria es una joya para el tenor, y aparte de tener que ir al do (nota emblemática de los tenores), requiere de un dominio del aire para hacer las frases unidas y dar más elegancia a la interpretación.

  • Enrique Paz Escudero: Spir’to gentil, La favorita, Donizetti. 2010.
  • 21 de febrero de 2011

    Dame Joan Sutherland


    En el año 1974, Alfredo Kraus fue a Lisboa, pues debía cantar La favorita y La traviata. En esta ópera, su Violetta era nada más y nada menos que la soberbia Joan Sutherland.

    Yo, como siempre, aprovechaba para asistir a todos los ensayos posibles. En uno de ellos, me hizo gracia que, cuando la Sra. Sutherland estaba ensayando su aria del primer acto "Sempre libera", se encontraba sentada y haciendo ganchillo. Miraba de vez en cuando para el director (su marido, Richard Bonynge), pero ella estaba a lo suyo, a ganchillar. Ni que decir tiene que no se le escapaba ni una sola nota, y en todo momento perfectamente cuadrada con la orquesta.

    Cuando la fui a conocer, le pedí una fotografía con su autógrafo, y se disculpó diciéndome que no tenía ninguna foto pero que, si le facilitaba mi dirección postal, me la enviaría con sumo gusto. Y efectivamente, un mes más tarde, la tenía en mi poder. ¡Sí, señor; una mujer de palabra!

    Por cierto, recuerdo que cuando terminaron las representaciones, regresé a Madrid. Por la mañana temprano, al salir del hotel, vi movimiento de tropas del ejército por las calles de Lisboa. Se estaba produciendo la "Revolución de los claveles".  Cuándo llegué a Madrid, mi familia se sorprendió de verme, pues me creían en Lisboa, ya que habían cerrado las fronteras. Yo, sin enterarme de nada, pude salir.  Kraus tuvo que quedarse un día más, hasta que las abrieron de nuevo.

    ¡Vivencias que tiene uno!

    20 de febrero de 2011

    Canción al árbol del olvido (2005)



    Esta preciosa canción de Alberto Ginastera la grabé en el año 2005, y es un gran placer el poderla cantar, pues se presta a exteriorizar los sentimientos que el cantante lleva dentro.

    La canción —un tanto meláncolica, con un acompañamiento muy íntimo del piano— ha de ser interpretada con mucho sentimiento, narrando perfectamente el pensamiento del enamorado junto a ese árbol que en la noche lo acoge y le da su apoyo y protección. Una joya del gran músico argentino.

  • Enrique Paz Escudero: Canción al árbol del olvido (Alberto Ginastera), 2005.
  • Ecco, il leon di Venezia...

    Estando a finales de 1973 en Nápoles, acompañando a Alfredo Kraus, que cantaba por aquellas fechas en el Teatro San Carlo las óperas Don Pasquale y La traviata, me crucé en el pasillo del teatro con Mario del Monaco.

    Me quedé estupefacto, pues no tenía la menor idea de que se encontraba allí, parece que cantando I Pagliacci. Mi sorpresa fue tal, que no fui capaz de reaccionar y correr como un loco detrás de él para pedirle un autógrafo. Tal era mi timidez. ¡Seré tonto...!

    19 de febrero de 2011

    El gran Giuseppe Taddei

    En el año 1975, vino Giuseppe Taddei a La Coruña a cantar Tosca. Su actuación fue tan extraordinaria que fue contrado para la temporada siguiente para interpretar L'elisir d'amore y Don Pasquale.

    Estaba yo entonces de vacaciones, era el mes de agosto, y tuve oportunidad de asistir a los ensayos de dichas óperas. En ambas compartía Taddeci cartel con Vicente Sardinero, del cual era un gran amigo.

    Sucedió que el tenor que tenía que cantar ambas óperas (Renzo Casellato), despues de cantar L'elisir se indispuso, y se temía que no pudiera cantar Don Pasquale. Como los ensayos debían continuar, me pidieron a mí si podía ensayar el dúo del primer acto, con Giuseppe Taddei.

    Aquello fue muy emocionante, y me decía Taddei bromeando: "Bien, si Casellato no puede cantar, ya tenemos un Ernesto". Afortunadamente el tenor se recuperó y cantó muy bien su rol.

    Mi mujer y yo habíamos invitado a Sardinero, al que conocíamos desde años, a comer en una taberna típica gallega. Él nos preguntó si nos importaba que fuese Taddei con nosotros, al estar solo en La Coruña. ¡Por supuesto que no! ¡Encantados!

    Marchamos a comer, y nos metimos entre pecho y espalda una extraordinaria fuente de almejas a la marinera y una maravillosa carne asada. De postre, como no podía ser menos, la exquisita tarta de Santiago (de almendras). Durante la comida, nos reímos mucho con las anécdotas que nos contó Taddei hablando sobre todo de su relación con Von Karajan.

    ¡Qué grandísimo actor-cantante! Su Scarpia, junto al de Gobbi, era absolutamente impresionante.

    Desgraciadamente, tanto Taddei como Sardinero ya no están entre nosotros. Mi recuerdo para ambos.

    Va, repose en paix (1991)



    Esta pequeña reflexión de Romeo sucede al final del acto segundo en la obra de Charles Gounod Romèo et Juliette, una de las óperas preferidas de Alfredo Kraus, por delante del Faust del mismo autor.

    El "Va, repose en paix" de Romeo es una "arietta" llena de lirismo y delicadeza, con un suave acompañamiento orquestal que envuelve maravillosamente esta escena del tenor.

  • Enrique Paz Escudero: Va, repose en paix, Roméo et Juliette, Gounod. 1991.
  • 18 de febrero de 2011

    De cómo conocí a Maria Callas...


    Lo que voy a narrar parece como un cuento, pero es la pura realidad. En 1973 me encontraba en Milán, donde Kraus cantaba el Don Pasquale en La Scala, y yo había hecho amistad con dos jóvenes tenores, Sergio Ortega Peñamaría y Venanzio del Castello.

    Ambos vivían en una buhardilla tipo La bohème, acompañados de un viejo piano desafinado con el que repasaban sus arias de óperas, con mayor o menor fortuna. Una tarde que yo estaba con ellos, apareció el tenor Juan Oncina (hombre muy sencillo), que nos estuvo escuchando, y le canté parte del "Che gelida manina", felicitándome por ello, sobre todo por mi facilidad para llegar al do del aria.

    Cuando se marchó, nosotros cenamos algo y decidimos más tarde salir a dar un paseo. Llegando a la plaza de La Scala, mis amigos tenores comentaron: "Posiblemente esté la Callas en Milán, pues Pippo (Giuseppe Di Stefano) ya está aquí".

    Cuál sería nuestra sorpresa, que justo delante del teatro los vimos pasar a los dos solos. Inmediatamente nos acercamos a ellos y los saludamos. Yo estaba emocionadísimo, pues la cantante que más admiraba estaba delante de mí. Me preguntó, cuando le dije que era tenor, con quién estudiaba, y yo le contesté que con Alfredo Kraus. Ella me dijo: "Está usted estudiando con uno de los mejores maestros que se pueden tener. Salude a Alfredo de mi parte". Con ella conversé unos diez minutos, y al pobre de Pippo apenas me acerqué.

    Aquella noche me costó conciliar el sueño. No se me iba de la cabeza el hecho de haber conocido y hablado con aquella extraordinaria artista, llena de amabilidad hacia tres jovenes enamorados del canto. Uno de mis inolvidables recuerdos.

    Granada (1978)



    Quién no conoce esta popularísima canción del compositor mexicano Agustín Lara, un verdadero enamorado de España.

    Esta versión la grabé en Barcelona en mi época de estudiante, en 1978, y la conservo con gran cariño, pues estaba acompañado al piano por Jordi Giró, que era maestro repasador del Gran Teatro del Liceo y buen amigo mío.

  • Enrique Paz Escudero: Granada (Agustín Lara), 1978.
  • 17 de febrero de 2011

    Amore o grillo (1991)



    Esta pequeñita aria corresponde al primer acto de la Madama Butterfly pucciniana, antes de la aparición en escena de la joven Cio-Cio-San.

    La inspiración melódica de Puccini está presente en esta obra maestra del compositor de Lucca, aun cuándo el día de su estreno no fue bien acogida por el público. Tras unas cuantas correcciones del maestro, finalmente su "piccola Butterfly" conquistó por fin los corazones de todos los públicos del mundo. ¡Y es que Puccini era, y es, muy grande!

  • Enrique Paz Escudero: Amore o grillo, Madama Butterfly, Puccini. 1991.
  • 14 de febrero de 2011

    Ouvre tes yeux bleus (1985)



    Maravillosa pequeña obra de Jules Massenet que deja un muy agradable "sabor de boca" a quienes la escuchan y que hace disfrutar maravillosamente al cantante, que poco a poco va desgranando su notas conviertiendo esta bella canción en una pequeña obra maestra. Gracias, Don Julio.

  • Enrique Paz Escudero: Ouvre tes yeux bleus (Massenet). 1985.
  • 9 de febrero de 2011

    Non piangere, Liù (1988)



    Esta es la primera de las arias del tenor (Calaf) que le canta a su esclava Liù, rogándole que siempre proteja a su padre, el exiliado rey Timur.

    Es un aria melódicamente hermosísima y de puro bel canto. En ella Puccini prescinde de la grandiosa orquestación y, muy suavemente, acompañado de la orquesta, deja vía libre a la voz del tenor para que se exprese con toda la dulzura que requiere el texto. Grandísimo, el maestro Puccini.

  • Enrique Paz Escudero: Non piangere, Liù (Turandot, Puccini).
  • Sobre un concierto de Ferruccio Tagliavini en La Scala


    A propósito de la maravillosa canción de Obradors Del cabello más sutil del anterior post, me gustaría añadir que la primera vez que la escuché "en vivo" fue al maestro Ferruccio Tagliavini, el viernes 2 de febrero de 1973, en un homenaje que se le hizo en Milán en el "Salón de Oro" de la Società del Giardino.


    En dicho concierto participaron la soprano Josella Ligi y la mezzosoprano Maria Casula, que en aquellos días interpretaban en el Teatro alla Scala Un ballo in maschera junto al tenor Giorgio Merigui y, por cierto, pude asistir a dicha ópera. ¡La primera vez que iba a La Scala!

    En el concierto de Tagliavini, el magnífico tenor, ya mayor, interpretó con su sabiduría reconocida las tres hermosas canciones que figuran en el programa. Un recuerdo inolvidable.

    8 de febrero de 2011

    Del cabello más sutil (1985)



    Qué canción tan cortita, pero ¡tan hermosa!  La he cantado en bastantes conciertos y es como una pequeña "delicatessen" para disfrutar mientras se interpreta, envuelta toda ella con esos acordes ascendentes y descendentes que acarician hasta el final a la melodía.

  • Enrique Paz Escudero: Del cabello más sutil (Fernando Obradors). RNE, 1985.
  • 6 de febrero de 2011

    Serenata de Enrico Toselli (1985)



    Cuando canto esta canción, me viene a la memoria aquella grabación de Alfredo Kraus que aparecía en un vinilo de "canciones italianas". La aprendí escuchándosela al maestro, y además iba muy bien a mi voz. La interpreté muchas veces como "propina" en algunas de mis actuaciones. Espero que sea de vuestro agrado.

  • Enrique Paz Escudero: Serenata (Enrico Toselli). RNE, 1985.
  • 5 de febrero de 2011

    La roca fría del Calvario (1978)



    Cuando José Serrano estaba en lo más alto de su fama, los músicos contemporaneos decían: "¡Menos mal que Serrano es un mediocre orquestador, porque si fuese muy bueno, los demás músicos no comeríamos!". Tal era la inspiración de este extraordinario compositor, autor de zarzuelas tan bellas como La Dolorosa, Alma de Dios, Los de Aragón, La canción del olvido...

    Esta romanza que interpreto, que normalmente se llama el "relato de Rafael", tiene lugar al comienzo de la zarzuela, cuando el tenor (el hermano Rafael) se encuentra en el convento pintando un cuadro que representa a La Dolorosa. Él, en su relato, va narrando el sufrimiento de la Virgen, viendo el duro camino que lleva a su hijo al Calvario, donde será crucificado.

    Maravillosa la melodía de Serrano, que me llega muy adentro cuando me atrevo a cantarla. Gracias, maestro, por tanta belleza como has plasmado en tus partituras.

  • Enrique Paz Escudero: La roca fría del calvario, La Dolorosa, José Serrano. 1978.
  • 4 de febrero de 2011

    È la solita storia - L'arlesiana, 2011

    È la solita storia del pastore. Lamento de Federico. ¡Cuánto se puede decir en esta bellísima aria de L'Arlesiana de Francesco Cilea! Por supuesto, hay que poner mucha técnica para abordarla, pero la misma cantidad de corazón para sentirla y hacerla llegar al oyente.

    Es un aria en la que su bella música pide mucha entrega (contenida) del tenor; expresarla con el alma y "decir" mucho, cantándola. Una obra para acariciar muy dulcemente, como si se tratase de una persona querida.

    Disfrutad de ella escuchándola como yo disfruto cantándola.





  • Enrique Paz Escudero: Lamento de Federico, L'Arlesiana, Cilea. 2011.
  • Bella enamorada (1987)



    Quizás El último romántico no sea una de las zarzuelas más conocidas, pero la romanza del tenor "Bella enamorada" es una de las romanzas más populares del mundo de nuestro género lírico.

    No es una romanza excesivamente complicada, en cuanto a tesitura se refiere, pero como todas las grandes obras musicales, precisa un cuidado muy especial al ser interpretada.

    Qué tratamos de buscar en ella. La limpieza de los sonidos, el fraseo claro y, sobre todo, elegancia a la hora de interpretarla.

    Con estos ingredientes se puede ofrecer una bella interpretación, que en definitiva es lo que trata de dar el artista y lo que el público quiere escuchar. Con todo esto, la romanza está servida.

  • Enrique Paz Escudero: Bella enamorada, El último romántico, Soutullo y Vert. Bilbao, 1987.
  • 3 de febrero de 2011

    Che gelida manina (2010)



    Cualquier aficionado a la ópera seguramente se emocionará con las maravillosas melodías creadas por el maestro Giacomo Puccini. La bohème es una de sus más hermosas obras, y esta aria para el tenor, un auténtico reto. Incluso los cantantes más renombrados suelen bajar medio tono esta romanza, por la dificultad de su tesitura. Yo la he grabado como originalmente la concibió Puccini, y de los dos finales que él propuso en la partitura, elegí el más popular, que es terminándola en un do natural.

  • Enrique Paz Escudero: Che gelida manina, La bohème, Puccini. 2010.
  • Élégie de Massenet (1985)



    Massenet, además de ser un gran compositor operístico (recordemos su Werther y su Manon, entre otras), fue un estupendo creador de canciones de cámara. Entre ellas destaca muy particularmente esta "Élégie", que tantas veces escuché al gran tenor sueco Jussi Björling en aquellas grabaciones de la RCA. Canción de una gran dulzura que ha de interpretarse poniendo en ella, además de la técnica necesaria, una buena dosis de sentimiento.

  • Enrique Paz Escudero: Élégie de Massenet. 1985.
  • 2 de febrero de 2011

    En fermant les yeux - Manon (1991)


      Escuchamos ahora el célebre Sueño de la Manon de Jules Massenet.

      Esta ópera, Manon,  y Werther son sin duda las dos obras maestras de este compositor, y son dos obras cumbres dentro del repertorio operístico francés.

      Es una romanza difícil, pues ha de cantarse con la voz "a flor de labios", jugando mucho con los legattos y dosificando muy bien el aire. Es un aria para recrearse en ella y tratar de cantarla con la mayor dulzura posible.

      No sé si lo he conseguido. Doctores tiene la Iglesia...


    • Enrique Paz Escudero: En fermant les yeux, Manon, Massenet. 1991.
    • Es delicada flor - Katiuska (1991)


        Pablo Sorozábal fue un maravilloso compositor  que nos dejo obras tan hermosas como La tabernera del puerto, La isla de las perlas, Black el payaso, y la preciosa Katiuska.

        Esta fue la primera zarzuela que yo tuve, en disco de vinilo, y era la versión de Pilar Lorengar y Alfredo Kraus. Yo era un niño, y escuchaba esta romanza por Kraus, y me parecía algo de otro mundo. ¡¡Que agudo...!!,  pensaba yo.

        Pues aquí esta mi versión, por encima de aquella grabación.


      • Enrique Paz Escudero: Es delicada flor, Katiuska, Sorozábal. 1991

      • Pour me reprocher de Marie (1991)



        Esta segunda aria de Tonio, en La fille du regiment, de Donizetti, seguramente de cara al público es menos atrayente que la primera, Ah, mes amis, que termina con 9 "dos", pero técnicamente es bastante más difícil.

        Aquí confluye la media voz, el legatto, el apoyo diafragmático..., lo cual hace que el aria sea más complicada que la primera.

        Ah, mes ami es como un juego circense, .... ¡más dificil todavía! La segunda es como una filigrana de un orfebre, que ha de cuidar cada detalle para que la obra salga perfecta.

        Tengo que recordar de nuevo a Kraus, que fue único, y a su continuador, el tenor Celso Albelo, también un maravilloso Tonio.


      • Enrique Paz Escudero: Pour me reprocher de Marie, La fille du régiment, Donizetti. 1991
      • Ah, non mi ridestar (2010)



        Hoy en día es una buena costumbre el cantar las óperas en el idioma original en la que fueron escritas. Pero antiguamente las óperas francesas, sobre todo en Italia, se cantaban en italiano. Así pasaba con Fausto, Les pêcheurs de perles, Manon y, cómo no, con el Werther, del que ahora nos ocupamos.

        Existen versiones bellísimas de "Ah, non mi ridestar" de Schipa, Gigli, Tagliavini y del mismo Kraus, que la debutó en Piacenza cantándola en italiano.

        Yo la he grabado en ambos idiomas y creo que la versión italiana es más idílica; y la francesa, más íntima. Ahora bien, está el gusto del oyente, que es quien debe juzgar.

      • Enrique Paz Escudero: Ah, non mi ridestar, Werther, Massenet. 2010.
      • 1 de febrero de 2011

        El día que me quieras (2009)


          Esta actuación en la TVG (Televisión de Galicia) tuvo lugar el día 10 de julio de 2009 y fue una propuesta que yo realicé en su momento a esa cadena para recordar a Alfredo Kraus en el décimo aniversario de su fallecimiento.

          Pensamos en esta maravillosa canción de Gardel que él dejó sin terminar en un concierto de Santiago de Chile en 1992. La emoción pudo con él, y sollozando, no pudo llegar al final. Un hecho histórico en la carrera de mi amado maestro.

          Con Rosa Cedrón, una paisaniña, muy conocida en Galicia, y que ha viajado por diversos lugares del mundo, tuve el honor de cantar esta melodía, que queda como recuerdo de nuestra admiración y gratitud a nuestro tenor universal.

        • Rosa Cedrón y Enrique Paz Escudero: El día que me quieras. TVG, 2009.